La Gema del Dolor
En las profundidades púrpuras de esta gema se encuentra un oscuro y trágico secreto… Este es el famoso Zafiro Púrpura de Dheli. Una hermosa piedra que ha sido acusada de ser la causante de desgracias vamos con un pequeño hilo de su tenebrosa historia.
Este zafiro tenía una larga historia en la India, donde había sido utilizado en la adoración de poderosos y oscuros dioses. Después de muchas guerras y saqueos el zafiro pasó a ser parte de los tesoros del poderoso señor y dios Indra.
Las energías del señor del Cielo y máxima deidad del panteón védico pareció tranquilizar el oscuro hado de esta singular gema. No obstante la aparición de un nuevo invasor de allende los mares y con poderosas armas que escupían fuego volvería a despertar la maldición.
En un alarde, arrogancia y locura un soldado británico se apoderó de la gema, a pesar de los ruegos de los sacerdotes que la custodiaban. La profanación del templo en Kanpur en 1857, no pasó desapercibida para el coronel W. Ferris, quien castigó la insolencia, pero robó la joya
La rueda del destino desataría un nuevo ciclo de desgracias. Ferris volvió a Inglaterra con el viento a favor y seguido por la ira de los dioses. El militar comenzó a sufrir una serie de desgracias, desde pérdidas económicas hasta la enfermedad de sus seres más queridos.
Aunque nadie atribuyó la desgracia a la joya robada, una temible prueba no tardaría en llegar. Uno de los mejores amigos, le pidió la joya para que su esposa la luciera en una velada aristocrática. Esta fue admirada y elogiada, pero esta dicha duró poco.
Al volver a la casa el amigo de Ferris, un hombre alegre y bonachón acabó de una forma horrible con su vida. Asustado el coronel vendió la joya a una de las mentes más brillantes de su tiempo, el afamado científico y escritor Edward Heron-Allen en 1890 amigo de Óscar Wilde
Cuando la gema arribó a la casa de este racional genio, la razón lo abandonó. Este perdió un embarque, ya que su contenido se pudrió, las acciones que tenia perdieron valor, la nostalgia tomó su vida y descubrió que su esposa le había sido infiel con varios parientes.
Atormentado por la desgracia pensó que prestando la gema a su amigo Michael se libraría de su temible hado. Pero la desgracia no terminó. La hija de Michael cayó en una profunda depresión y las desgracias tocaron a su puerta.
A pesar del cariño que le tenia al escritor, Michael le devolvió la piedra y las desgracias volvieron a su puerta, cuando sus hijos sufrieron un temible accidente.
Desesperado y para librarse de la maldición arrojó el anillo donde estaba engarzó al Regent's Canal, donde vio la hermosos reflejos púrpuras hundirse en las profundidades, así como la maldición que lo había perseguido. Tristemente no fue así.
El zafiro volvería a él en 1904. Los olores podridos del río hicieron que el Regent's Canal fuera dragado y el anillo fue encontrado. Este fue vendido a un joyero, quien se dio cuenta que era el anillo que había elaborado para el erudito Heron-Hallen.
Por lo que creyendo que hacia un favor se lo devolvió a su propietario. Tristemente esto no libraría al joyero de la maldición. La tienda de este fue robada y un cargamento de preciosos diamantes de la India fue robado dejándolo en la completa bancarrota.
El Erudito Edward Heron Allen, a quien el Zafiro llenó de desgracia y tragedia
Heron-Hallen desesperado y exasperado, una vez más cedió a la belleza de la piedra soportando estoicamente nuevas desgracias. Hasta que cometió la imprudencia de prestar la joya a su amigo el Cantor de Londres, llamado así por su célebre voz.
Enseguida este perdió su hermosa voz y las hermosas canciones no se volverían a escuchar en los aristócratas salones de Londres. El escritor y científico abandonado por la diosa de la razón acudió a las más arcanas y esotéricas artes para conjurar la maldición.
Con todo su poder en influencia convocó a temidos y casi sobrenaturales estamentos de nigromantes, rosacruces, adivinos y otras personas sabias en estos oscuros secretos. A cada uno le pidió elaborar una caja cubierta de conjuros de protección y encierro.
Siete cajas fueron elaboradas y en la más pequeña fue guardado el Zafiro Púrpura de Dheli. Además advirtió con su puño y en letras de sangre que el zafiro estaba "maldito y manchado con la sangre y la deshonra de todos los que alguna vez lo han tenido".
La piedra fue depositada en la caja fuerte de su banco rodeada de amuletos y el escritor ominosamente advirtió que la piedra solo volvería a ver la luz a su muerte. Y expuso que si alguien se atrevía, lo hiciera 33 años después de su muerte.
La hija consternada por la historia de su padre, no siguió su advertencia y donó en secreto la joya al Museo de Historia Natural de Londres, supongo que esperaba separa la maldición definitivamente de la historia de su familia y, en cierta forma, ella lo logró.
La piedra duraría décadas en una oscura caja hasta que en 1972 fue traída a la luz.
El protagonista fue el curador Peter Tandy, quien la vio con una última y desesperada nota que contaba las tragedias y terminaba advirtiendo “Quien abra esta caja, haga lo que quiera con ella. Mi consejo, sin embargo, es tirarlo al mar”.
El zafiro púrpura de de Delhi es exhibido a miles de turistas que visitan el Museo y por ahora, solo por ahora, su sed de desgracias y tragedias parece estar calmada hasta que sus ancestrales dioses lo vuelvan a buscar.
La maldición del Zafiro Púrpura
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