Tras más de 20 años de la trágica escena que sacudió a Estados Unidos y el mundo, cobrándose la vida de casi 3.000 personas, las teorías conspiratorias sobre cómo realmente sucedió el 11S no dejan de aparecer. Por eso, hoy te contamos algunas de las teorías más convincentes y extrañas de Internet.

Aunque las investigaciones posteriores a los ataques confirmaron que las estructuras de las torres se debilitaron por el fuego causado por los aviones y se derrumbaron por el peso de los pisos, muchas personas cuestionan esta versión de los hechos. Conspiracionistas debaten que las Torres Gemelas fueron destruidas por demoliciones controladas, pues se vieron violentas eyecciones en algunas ventanas de muchos pisos por debajo del lugar donde chocó el avión.

Dichas explosiones solo pudieron haber sido logradas por demoliciones controladas. El rápido derrumbe, la falta de pruebas físicas, los incendios de duración relativamente corta y los sonidos de explosiones que se escucharon poco antes de la demolición sostienen esta teoría. Asimismo, todo apunta a que el edificio 7, obra aledaña a las Torres Gemelas, colapsó de la misma manera, mediante una explosión controlada.

Los reportes oficiales confirman que el edificio fue víctima de las fuertes llamas que consumieron a las Torres Gemelas. Según el reporte, un fallo en el sistema de aspersores no logró apaciguar el fuego, destruyendo así el acero y derribando la torre. Sin embargo, varios bomberos, parte del Movimiento por la Verdad 9-11, aseguran que las llamas no eran capaces de fundir el acero y que la verdadera razón por la que cayó el edificio fue porque la CIA, el Departamento de Defensa y la Oficina de Gestión de Emergencias, ocupaban parte de las instalaciones.

Pues afirman que muchos de los empleados que trabajan en estas oficinas no se presentaron ese día. Y no solo eso, sino que incluso sugieren que los aviones pudieron ser guiados desde esta torre, donde había demasiados archivos comprometidos. Razón suficiente para querer que desapareciera.

Lo que nos lleva a la siguiente teoría. El gobierno sabía sobre los ataques. Y no solo eso, sino que ayudó a llevarlos a cabo.

Muchos conspiracionistas se preguntan, ¿Cómo es posible que la fuerza aérea más poderosa del mundo no lograse interceptar a tiempo ninguno de los cuatro aviones secuestrados? Según la teoría, el entonces vicepresidente de los Estados Unidos, Dick Cheney, ordenó a los militares que se retiraran y no interceptaran los aviones. Ya que la administración Bush quería utilizar los atentados para justificar una invasión en Irak y Afganistán para asegurar los intereses petroleros en los países.

Quizás ahora podemos explicar por qué el ataque al Pentágono es uno de los ataques más cuestionados de hoy en día. Se dice que el Pentágono no fue atacado por el vuelo 77, sino por un misil o un drone, ya que los daños estructurales del edificio eran demasiado pequeños para haber sido hechos por un avión comercial.

Y es que, ¿Cómo es posible que un avión pilotado por un novato se estrellara contra la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos? ¿Acaso la Fuerza Aérea no estaba al tanto de que las Torres Gemelas habían caído hacía 40 minutos? ¿Y qué casualidad que la aeronave impactara contra una sección del Pentágono que estaba vacía debido a renovaciones? Hablemos ahora sobre el vuelo 93. El cuarto avión estaba dirigido hacia el Capitolio, sin embargo, nunca llegó a su objetivo. En una llamada a su esposa, Tom Barnett, un pasajero, la había alertado del secuestro.

Los pasajeros intentaron tomar el control del avión, por lo que los terroristas desviaron la aeronave hasta estrellarla en Shanksville, Pensilvania. Sin embargo, muchos apuntan a que el avión fue derribado por las fuerzas aéreas, una versión que el gobierno hizo oficial, pero que luego retractó para no tomar responsabilidad de las muertes ocasionadas.

Los conspiracionistas afirman que se descubrieron pocos restos del avión en el campo y los que se encontraron estaban dispersos en un radio bastante amplio, lo que sustenta que el ataque se llevó a cabo en el aire. Otros escépticos creen que el vuelo 93 aterrizó sin problemas, mientras que un avión sustituto fue derribado del cielo.

Al mismo tiempo, otros creen que los pasajeros fueron asesinados o reubicados y nunca encontrados. Volviendo a aquel detalle de la llamada de Tom Barnett a su esposa. ¿No te parece raro que una llamada se realizara desde un avión? Pues los científicos aseguran que no es posible recibir recepción desde la altitud a la que suelen volar los aviones.

Por lo que algunos dicen que las llamadas realmente se hicieron con dispositivos de alta frecuencia dados por el gobierno para comunicarse directamente con el presidente en todo momento. Esto explica por qué sólo se encontraron tres de los cuatro dispositivos de grabación, del cual sólo uno estaba en condiciones para escuchar. Ok, los atentados sucedieron, pero ¿quién fue el autor? En un principio, Osama Bin Laden negó cualquier implicación en los ataques.

Sin embargo, poco después salieron a la luz numerosas grabaciones en las que se afirmaba que había cambiado de opinión y asumía toda la responsabilidad. Muchos escépticos creen que Bin Laden era un objetivo por su participación en la bolsa de valores, así como por los negocios personales del expresidente George Bush con el terrorista en el Medio Oriente. Lo que explica por qué la familia de Bin Laden fue sacada de Estados Unidos días después del 11-S, cuando el espacio aéreo estaba cerrado.

Aparentemente, el presidente no era el único que conocía sobre los atentados de antemano. Días antes se colocó una cantidad extraordinaria de opciones de venta, inversiones que sólo se rentabilizan cuando una acción baja de precio, en la bolsa, sobre las acciones de dos aerolíneas, American y United, que resultaron ser las aerolíneas secuestradas durante el 11-S. Por ello, algunos creen que los operadores habían sido avisados con antelación de los atentados y estaban sacando provecho de la tragedia.

Pero si se trata de dinero, no puede faltar un nombre, el de Larry Silverstein, un magnate que alquiló las Torres Gemelas dos meses antes del atentado. Por el contrato adquirió una póliza de seguros de 3.500 millones de dólares, pero éste sólo se cobraría en caso de un ataque terrorista. ¿Casualidad? No lo creo.

Independientemente de las teorías conspiratorias alrededor del 11-S, hay un solo hecho indiscutible. Las vidas de millones de personas nunca volvieron a ser las mismas debido a este acontecimiento tan trágico.